sábado, 31 de diciembre de 2011

Conclusión 197

Otro año más llega a su fin. Un año igual que otro cualquiera y a la vez especial. El año de la mayoría de edad, de selectividad, del "verano de nuestra vida" y de, como no, el inicio de la universidad. No importa que no todos los 365 días hayan sido perfectos, solo los buenos momentos permanecerán grabados en nuestra memoria y los errores... bueno de los errores siempre aprendemos. 
¡Feliz 2012 a todos!


"Hay sólo dos maneras de ver la vida: una como si nada fuera un milagro y la otra como si todo fuera milagroso." Albert Einstein.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Conclusión 196

Siempre que veo una película o leo un libro me pongo en el papel del protagonista. Lo vivo tanto que al final,  acabo llorando cuando el personaje secundario muere. Desde pequeñita soñaba con que era una pirata en busca de aventuras o la pobre princesa que perdía su zapato de cristal. Era cualquier cosa, no le ponía pegas al papel, solo quería vivir una vida más interesante. Me quejaba de que mi vida era muy aburrida, me quejaba mientras estaba tumbada viendo el tiempo pasar. 

Ahora, con unos años más en mi cabeza, por fin me he dado cuenta de que la única responsable de mi "aburrida" vida soy yo. Si no me gusta algo, no tengo que esperar con los brazos cruzados a que cambie por si solo. No es tan fácil. Tengo que pelear, caer, morir y resurgir, dejarme la piel en lo que quiero y aprender a sobrellevar mis fracasos y disfrutar de mis victorias. Solo nosotros podemos cambiar nuestra vida, pero antes, tenemos que saber lo que realmente queremos, pararnos durante un segundo a escuchar lo que nuestro yo interior grita.

jueves, 6 de octubre de 2011

Conclusión 195

El cáncer te mata. No importa el dinero que tengas. Da igual que vayas a Houston o a Navarra. El cáncer mata cada día y lo triste es que todavía no hay una cura.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Conclusión 194

Quizá la mayor facultad que posee nuestra mente sea la capacidad de sobrellevar el dolor. El pensamiento clásico nos enseña las cuatro puertas de la mente, por las que cada uno pasa según sus necesidades.

La primera es la puerta del sueño. El sueño nos ofrece un refugio del mundo y de todo su dolor. El sueño marca el paso del tiempo y nos proporciona distancia de las cosas que nos han hecho daño. Cuando una persona resulta herida, suele perder el conocimiento. Y cuando alguien recibe una noticia traumática, suele desvanecerse o desmayarse. Así es como la mente se protege del dolor: pasando por la primera puerta.

La segunda es la puerta del olvido. Algunas heridas son demasiado profundas para curarse, o para curarse deprisa. Además, muchos recuerdos son dolorosos, y no hay curación posible. El dicho de que "el tiempo todo lo cura" es falso. El tiempo cura la mayoría de las heridas. El resto están escondidas detrás de esa puerta.

La tercera es la puerta de la locura. A veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia. Puede parecer que eso no sea beneficioso, pero lo es. A veces, la realidad es solo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad.

La última puerta es la de la muerte. El último recurso. Después de morir, nada puede hacernos daño, o eso nos han enseñado.

El nombre del viento. Patrick Rothfuss

jueves, 22 de septiembre de 2011

Conclusión 193

Si miras a tu alrededor, seguro que encuentras algo que tienes desde hace tiempo pero que nunca has utilizado. Puede ser un juguete de la infancia o una camiseta pasada de moda. Realmente hace años que no lo has usado, ni siquiera te acordabas de él, pero cuando tu madre te insiste en tirarlo tu te niegas rotundamente y luchas con uñas y dientes para conservarlo. La primera vez ganas la partida, la segunda puede que también. Pero a la tercera, tu madre ya no te pregunta si quieres tirarlo, directamente lo tira. No sufres la perdida porque en realidad nunca le has tenido cariño.

Eso a menudo pasa con las personas. Personas que han estado contigo desde siempre pero que has dejado en un segundo plano, pensando que siempre estarían y cuando te quieres dar cuenta ya no están, las has perdido.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Conclusión 192

Estoy nervioso. No debería de estarlo. Habrá más de quinientas personas en la sala, es muy difícil que la vea. De todas formas, deseo verla. Inconscientemente me he puesto mi camiseta de la suerte. Estoy en el bus y no dejo de pensar en ella. Ha pasado medio año desde que la vi. ¿Se acordará de mi?
Genial. He llegado tarde y me toca de pie. Tengo una visión privilegiada, puedo ver a todos los asistentes. Un momento, creo que está allí. A la derecha del todo, al lado de las escaleras. ¡Se está dando la vuelta! Ha mirado hacia arriba. Hemos intercambiado la mirada, al menos un milisegundo. Sigue tan radiante como siempre. Sin dejar su sonrisa. Creo que no me ha reconocido. 
La he perdido. No sé donde se ha metido después de la conferencia. En fin, queda mucho tiempo por delante seguro que la vuelvo a ver. Espera, está en la parada del bus. Acercate, saludale y hablale. Parate a hablar. Parate.
¡Te he dicho que te pararas! ¡Un simple saludo con un levantamiento de cejas, no es hablar! En fin, queda media hora de bus para lamentarme. La próxima vez hablare con ella, lo prometo.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Conclusión 191

Nunca he sido una niña que haya creído en hadas, fantasmas o en el ratoncito Pérez. Ni siquiera llegué a creer en los Reyes Magos. De pequeña no tenía miedo a nada. Era una auténtica temeridad, por ello tengo mis rodillas llenas de cicatrices, un dedo y una muñeca rotos, una operación y miles de accidentes más. Podía dormir yo sola en un desván gigantesco, sin escuchar sonidos aterradores. Mi único punto débil eran las pesadillas. Casi siempre eran las mismas: que si me persigue un león, que si me secuestra el Capitán Garfio, que si mi madre se convierte en una bruja malvada...

Conforme fui creciendo, las pesadillas desaparecieron junto con mi temeridad. En cambio, ahora creo en cosas tan fantásticas y de ciencia ficción como la felicidad o el amor para toda la vida y tengo un miedo atroz a las estadísticas, cuanto más bajas son, más miedo dan. 40% 30% 20% 10%... Dan miedo, ¿verdad?

viernes, 2 de septiembre de 2011

Conclusión 190

No le importaba que fuese verano y estuviese de vacaciones, le gustaba despertarse con la luz de la luna. A tientas, bajaba hasta la cocina donde tomaba un simple vaso de leche. Cogía su cámara de fotos y sin hacer ruido salía por la puerta de detrás. A fuera, el frío le hacía estremecerse. Con paso firme se dirigía hacia lo alto del pueblo. Allí, en la cima de la montaña, contemplaba cada día el amanecer. Sacaba decenas de fotos: el Sol todavía escondido entre las montañas, el juego de sombras, los colores violetas y anaranjados. Todo, no se olvidaba de inmortalizar ni un solo detalle.

Pero hoy era distinto. Hoy, aunque lleva la cámara de fotos, permanece quieta mirando el horizonte. Prefiere por una vez contemplar todo aquello a través de sus propios ojos. Ahí continúa hasta que los rayos de Sol iluminan el último recóndito lugar en tinieblas, mientras piensa en lo insignificante que es entre toda esa belleza.

sábado, 28 de mayo de 2011

Conclusión 189

Meredith: There is a reason I said I'd be happy alone. It wasn't because I thought I would be happy alone. It was because I thought if I loved someone and then it fell apart, I might not make it. It's easier to be alone. Because what if you learn that you need love? And then you don't have it. What if you like it? And lean on it? What if you shape your life around it? And then it falls apart? Can you even survive that kind of pain? Losing love is like organ damage. It's like dying. The only difference is, death ends. This? It could go on forever . . .
 
Grey's Anatomy Season 7 Episode 22

Hay una razón por la que dije que estaría bien sola. No fue porque pensara que sería feliz a solas. Fue porque pensaba que si yo amaba a alguien y entonces se acababano podría soportarlo. Es más fácil estar solo. Porque ¿si te das cuenta de que necesitas amor y luego no lo tienes? ¿Y si te gusta? ¿Y si te apoyas en él? ¿Qué pasa si formas tu vida a su alrededor? ¿Y si entonces se cae a pedazos? ¿Puedes soportar ese tipo de dolor? Perder el amor es como perder un órgano dañado. Es como morir. La única diferencia es que la muerte acaba. ¿Esto? Podría continuar para siempre. . .

jueves, 26 de mayo de 2011

Conclusión 188

Cuando todo te desborde, apaga la luz, pon tu música favorita y cierra los ojos. Imagina tu lugar favorito, sentado viendo el horizonte y a tu lado... ¿quién estaría a tu lado? ¿quién te haría feliz con sólo su presencia?

martes, 24 de mayo de 2011

Conclusión 187

¿Qué haré cuando busque tu ayuda y tú no estés?

lunes, 23 de mayo de 2011

Conclusión 186

Resulta irónico que, a pesar de todo tu empeño, no consigas olvidarte de una persona y que en cambio, poco a poco desaparezca de tus recuerdos esa persona que te ha visto crecer.

domingo, 22 de mayo de 2011

Conclusión 185

Me encantan las escenas simultáneas en las películas. La pantalla por un momento se divide en dos. A un lado, ella paseando con sus amigas. Al otro, él tocando la guitarra. Viven ajenos a todo, pensando que el destino nunca más entrecruzará sus vidas. Pobres ilusos. El destino, o mejor dicho el guionista, hace que se encuentren un día cualquiera al cruzar la calle, y entonces, como si de un tiempo cíclico se tratase,vuelven a rememorar todo otra vez.

Me gusta tumbarme en la cama, mirar hacia el techo e imaginarme que soy esa chica del lado izquierdo de la pantalla. Pensar, por un momento, en las escenas que aparecerían a mi lado: tú en un bar, o viendo la tele o jugando a la videoconsola o, ¿por qué no?, tumbado en la cama, mirando hacia el techo y pensando en las escenas que aparecerían a tu lado. Me gusta imaginarme los planos, los enfoques, las escenas. Me gusta imaginar el desarrollo de mi propia película. Me gusta pero, sin embargo, a la vez me entristece. Los créditos han impedido el final feliz.

viernes, 20 de mayo de 2011

Conclusión 184

Para aquellos días de mierda, que cierran una semana de mierda, lee un buen "libro" cargado de humor. Uno que empiece con un "Felices 18, espero que te guste" y termine con un borrón.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Conclusión 183

¿Dónde se encuentra tu refugio? Cuando sientes que el mundo se desmorona o simplemente necesitas un poco de soledad, ¿dónde te escondes?

Podía parecer extraño pero su preciado refugio eran las clases. La de física, química, mates o dibujo, no importaba cuál era, sólo el hecho de que su mente estuviese ocupada. Durante los cincuenta minutos que duraba cada clase su único pensamiento era "joder, a mi me sale diez elevado a tres" y el resto desaparecía. Daba igual que fuera lloviese o granizase, que hubiese una invasión alienigena o fuese el fin del mundo, su único problema se reducía a un ejercicio mal resuelto o a una puñetera figura que no conseguía dibujar.

El problema venía cuando durante el resto de las 21 horas del día, su mente estaba tan poco ocupada que los malos augurios invadían su cabeza en tropel. Entonces, nada podía salvarla, ni siquiera el mundo de los sueños.

sábado, 14 de mayo de 2011

Conclusión 182



Pd. La foto la encontré en un blog hace mucho y ya no me acuerdo cual era.

lunes, 2 de mayo de 2011

Muerte y destrucción

Un mes y medio durante el cual mi cabeza explotará todos los días, no podré volver a dormir hasta el mediodía y seré una yonki de la cafeína y las aspirinas. Selectividad no podrás conmigo. 

Soy estudiante de 2º de bachillerato, me suicidaría pero no tengo tiempo.

Conclusión 181

El timbre puso fin a las clases. Todos despavoridos corrían hacia la puerta para disfrutar al máximo del fin de semana. Ella con paso decido entró en su clase, se subió a la mesa del profesor y empezó a gritar.

-¿Pero qué haces? ¿Estás loca?
-¡Ah! Por fin me ves. Empezaba a creer que mi ropa era una capa de invisibilidad.
-Deja de decir tonterías y baja de ahí, te van a oír.
-¿Tengo que ponerme un chaleco reflectante para que me hagas caso?
-Te hago caso.
-Claro. Todos los días me saludas con un "Buenos días princesa". Me preguntas que tal me ha ido el día. Te interesas por mis problemas, me animas y no me contestas con un simple "no sé". ¿Verdad?

sábado, 30 de abril de 2011

Conclusión 180


¿En qué momento exacto su mirada ilusionada se transformó en indiferencia? Por mucho que buscase, no alcanzaba a verse en el reflejo de sus ojos, esos ojos que tantas veces le habían mirado en el pasado. Todo aquello era un vano recuerdo y su persona un simple fantasma.

lunes, 25 de abril de 2011

Conclusión 179

-Y recuerda nunca alargues una discusión más de dos días.
-¿Por?
-Al segundo día ahogan sus penas en otra.

sábado, 23 de abril de 2011

Conclusión 178

¿Somos capaces de asumir nuestra culpa? 

Siempre que hacemos algo mal tendemos a echar la culpa a los demás: es que el profesor fue un asqueroso y preguntó algo muy difícil, es que no me llamó, es que me miró mal, es que empezó él primero, es que... 

Nos resulta más fácil desentendernos de nuestros actos, pensar que el culpable es el otro y que nosotros somos unas simples víctimas. Así, no tenemos que hacer frente a algo tan hiriente como el remordimiento. Antes de pegarnos todo el día lamentandonos de nuestros actos preferimos esperar a que la otra persona nos llame pidiendonos perdón, pero ¿y si no llama? ¿tan convencido estás de tu "inocencia"?

Quizás, la culpa no fue del profesor, sino tuya por no haber estudiado lo suficiente. Quizás, deberías haber llamado tú antes disculpándote. Quizás, le habías ofendido y por eso te miró mal. Quizás...

Quizás, después de todo, no supiste pedir perdón en el momento adecuado. Pero, claro, resulta más sencillo pensar que la culpa fue de las demás, así, al menos, el remordimiento te deja vivir.

martes, 19 de abril de 2011

Conclusión 177

Imaginate por un momento que uno de tus cinco sentidos desapareciera y te diesen a elegir de cual de ellos querrías desprenderte.

¿La vista? Dejarías de ver hermosos lugares. No podrías contemplar un mismo escenario a diferentes horas del día. No verías tu rostro reflejado en la nieve o en la superficie de un lago. Dejarías de observar el arco iris después de cada tormenta. A cambio, no serías engañado por las falsas apariencias y podrías querer a una persona por lo que realmente es.

¿El olfato? No olerías a hierba mojada. No distinguirias su perfume entre el resto de la gente. No olerías a pan recién hecho cada mañana. No disfrutarías del olor del café. Eso sí, te librarías del olor a alcantarilla y a plástico quemado.

¿El oído? No oirías el canto de los pájaros. No podrías escuchar tu canción favorita. No diferenciarías su voz. No apreciarías los distintos tonos de una conversación. No podrías hablar por teléfono. A cambio, evitarías los sermones de tus padres y toda la contaminación acústica que te rodea.

¿El tacto? No podrías recorrer su cuerpo como si un mapa de una ciudad perdida fuese. No distinguirías la suavidad de una almohada con la aspereza de una lija. No sentirías sus caricias ni sus roces furtivos. Evitarías el dolor físico y los pellizcos.

¿El gusto? Dejarías de saborear tu plato preferido, la cremosidad de un helado y la acidez de un limón. Te daría igual que comer pues todo te sabría igual. Eso sí, podrías comer todos los platos que más odiases y chupar cualquier objeto sin sentir su sabor metálico.

¿A qué estarías dispuesto a renunciar?

domingo, 17 de abril de 2011

Conclusión 176

"La pena de la ausencia se borra ante la memoria de los recuerdos felices."

Aunque a veces cueste, nunca te olvides de sonreír.

sábado, 9 de abril de 2011

Conclusión 175

¿En qué momento de tu vida esconderte bajo los sábanas, abrazar a tu peluche favorito y cerrar fuertemente los ojos deja de ser tu defensa más efectiva contra cualquier mal? ¿Cuándo se contestó a la  pregunta: "Mamá, tengo miedo, ¿puedo dormir contigo?" con un "no"? ¿En qué instante pasaste de tener pesadillas a vivirlas?

Sólo dime el momento exacto para que pueda volver a él.

lunes, 4 de abril de 2011

Conclusión 174

Sientes como se te eriza la piel, como poco a poco un escalofrío recorre tu cuerpo, lento, frío, cruel. Alguien ha pronunciado esa fatídica palabra, esa palabra que desde siempre te ha producido un intenso miedo y desde hace meses, también, un inmenso dolor. Egoístamente deseas que no te pase, que no seas tú quién la próxima vez tenga que pronunciarla. Descubres que toda esa tranquilidad que te habían impuesto era mentira, una simple cortina de humo que se ha desvanecido con un simple "me duele". Escuchas desde la lejanía el tic-tac del reloj, un sonido monótono que te muestra burlón, la cuenta atrás, la lucha con el tiempo. Las manecillas avanzan, pausadamente pero sin descanso, y mientras, entre cada tic-tac del reloj, escuchas esa queja silenciosa: "Marga, me duele".

viernes, 1 de abril de 2011

Conclusión 173

Cuando un grupo de monos presienten algún tipo de peligro, su ansiedad se dispara y debido al instinto, se apiñan y acicalan los unos a los otros. Nada de esto les sirve para evitar el peligro, pero sí para aliviar la sensación de soledad.

Nosotros, como "primos lejanos" de los monos, en ocasiones también necesitamos esa presencia dulce, constante y tranquilizadora que nos apacigüe ante cualquier situación de incertidumbre. Sin embargo, muchos lo ignoran.

martes, 29 de marzo de 2011

Conclusión 172

 
Puedes tratar de engañarte a ti misma diciendo que estás bien, pero nunca conseguirás engañar a esa persona que realmente te conoce tal y como eres.

domingo, 27 de marzo de 2011

Conclusión 171

Stop. Rew. Rec. La felicidad está a tres simples teclas. ¿Te arrepientes de algo? ¿De aquello que hiciste o dejaste de hacer, o simplemente no te atreviste a decir? Tranquilo, la solución es fácil. Para tu vida con el botón Stop. Rebobinala con Rew. Y graba encima de ella con Rec. Podrás cambiar ese sí por un no, esa lágrima por una sonrisa. Basta de lamentaciones y remordimientos. Consigue todo lo que deseas y más con Vida-Cassette. Todo por el módico precio de diez sonrisas al día. No dejes escapar esta fantástica oferta.

domingo, 20 de marzo de 2011

Conclusión 170

Ahí está como una loca escribiendo sin parar. Entre garabatos, tachones y lágrimas escribe cada palabra, cada diálogo, cada momento del día. Quiere guardarlo todo, transcribir cada escena de su día a día con ella. Sabe que si no lo hace, en unos días o quizás en unas horas todas esas experiencias se habrán perdido. Quiere recordar todo. Debe recordar todo. Lucha contra el reloj. Una lucha desigual que acabará perdiendo cuando la cuenta atrás llegue a cero. Será entonces cuando recurrirá a sus notas, leerá y leerá para impedir que el tiempo borre todo. Se aferrará a fotografías y vídeos para no olvidar aquella voz que oía todas las mañanas al despertar. Se pellizcará hasta que no sienta el brazo, con la esperanza de despertarse de su larga pesadilla. Después de todo, todavía en un recóndito lugar de su conciencia existe un pequeño haz de esperanza que le consuela y le dice que todo saldrá bien.

sábado, 5 de marzo de 2011

Conclusión 169

-¿Y bien?
-Nada, no siento nada.
-¿Quieres otro por si acaso?
-No, con uno basta.
-¿Seguro?
-Sí.
-Entonces, ¿ahora qué?
-No sé..
-Algo sabrás....
-Mmm.. creo que... creo que al final he conseguido olvidarme de ti.
-Un poco tarde, ¿no crees?

Conclusión 168

-¡Bienvenidos a la ruleta! ¡Hagan sus apuestas! 
-Todo al 26 negro. 
-¡Hala no! Yo quiero el 3 rojo.- Solloza un niño.
-Está bien, todo al 3 rojo.

Lanza la bola. La bola gira y gira y gira. Poco a poco se va deteniendo... parece que va al 3, no ahora al 26... ¡oh! ¡qué pena! Ha salido 0. Pierden todos.

viernes, 4 de marzo de 2011

Conclusión 167

¡Corre! ¡Elige la puerta que quieres! El tiempo vuela y solo tienes 30 segundos para elegir una. La A o la B. No te pares a pensar, no dejes que la razón elija. Guiate por tu instinto. Arriesgate.

domingo, 27 de febrero de 2011

Conclusión 166

 27 de febrero de 1993. 20.45
-Enorabuena ha sido una flamante niña.

sábado, 26 de febrero de 2011

Conclusión 165

-¿Sabes que día es hoy?
-26, ¿no?
-Sí, ¿sabes qué paso hace 6 años?
-Mm... ¿nació tu prima?
-No. Hace 6 años me enamoré de ti.
-¿Cómo? Pero si no nos conocimos hasta dos años después.
-No. Tú eras la que no me conocías. Ese día estabas en la parada del bus. Pasé a tu lado y se me cayó un libro. Tú te agachaste a recogerlo y me lo diste junto con esa sonrisa tuya tan cautivadora. Tenías los ojos húmedos, habías llorado y a pesar de todo me sonreíste. Desde ese momento, juré que algún día te conocería.
-Estás loco.
-Sí, por ti.

viernes, 25 de febrero de 2011

Conclusión 164

Ahí está, con mirada desafiante recordándote la verdad. No importa que trates de olvidarla. A un simple click del ratón la encuentras. Da igual tus esfuerzos y tus empeños. El pasado nunca puede borrarse y por mucho que te empeñes jamás lo olvidarás. Ahí está, sentada a su lado. Desde la sombra, desde la oscuridad, lista para salir y destruir cualquier resquicio de esperanza y felicidad. Puede que... ¡Já! Palabras de consuelo que ni tú te crees. Sabes que no puedes, jamás podrás. Si algo es lo que te caracteriza es tu rencor y tus delirios paranoides. Delirios fundados en verdades, verdades escondidas tras palabras de "simple amistad". Y tú mientras, ¿qué haces? Callar, porque sabes que solo mencionar su nombre desata el mal. ¿Es eso, o realmente tienes miedo de descubrir la verdad?

miércoles, 23 de febrero de 2011

Conclusión 163

Un silencio atronador se extiende por toda la playa. Solo las olas y un lejano jadeo lo rompen. A lo lejos, una pareja de corredores recorren la línea de la costa. Él, delante. Ella, fatigada,detrás.

-¿Estás bien? Si quieres voy más despacio.
-Tranquilo, estoy bien. Sigue a tu ritmo. Yo ya correré detrás de ti, contemplando tu espalda musculosa.

Cada día, cuando los primeros rayos de sol comienzan a calentar la arena, salen a correr, llueva o granice. Cada día, ella trata de seguir su ritmo, pero siempre acaba unos pasos por detrás. Cada día, ella observa impasible como su sueño se escapa corriendo.

sábado, 19 de febrero de 2011

Conclusión 162

-Te necesito.
-No es cierto.
-Sí, cada día tengo más ganas de estar contigo y lo sabes.
-No, tú lo que necesitas es alguien que te bese y que te abrace. No te importa que se llame X o Y. Lo que echas de menos es la acción no la persona.

lunes, 14 de febrero de 2011

Conclusión 161

-¡Feliz San Valentín! Corre ven, tienes un regalo.
-Mamá, si ya es triste que este sola y nadie tenga detalles conmigo este día, aun es más triste que mi madre se haga pasar por mi admirador secreto.
-No he sido yo. Puedes comprobrarlo tu misma.
-¡Dejame en paz! No estoy de humor.
-Está bien... Tiraré las rosas de un tal P a la basura....
-¿Has dicho P?
-¿No decías que era yo?
-Anda trae y dame un trozo de pastel que por fin tengo algo que celebrar.

viernes, 11 de febrero de 2011

Conclusión 160

-¿Dónde está? ¡Joder, joder, joder! ¿Dónde lo he metido? ¡No puede ser que lo haya tirado! ¡Dios! ¿Por qué lo tire? ¿Se puede ser más estúpida? 

Con el corazón palpitante, rebusca entre los cajones en busca de su preciado recuerdo. En un ataque de ira lo tiró pensando que sería lo mejor. Ahora, en cambio, ahí está, en medio de su habitación desesparada llorando por haber hecho desaparecer así una parte de su vida.

Fue la rabia la que le hizo tomar el camino rápido, el fácil, el "indoloro". Desgraciadamente, acaba de descubrir que entre un camino corto y de gran pendiente y otro más largo pero de inclinación moderada, la mejor opción es el camino largo aunque tengas que emplear más horas en recorrerlo.

jueves, 10 de febrero de 2011

Conclusión 159

-¡Necesito tu ayuda!
-¿Qué te pasa?
-Se acerca San Valentín y todavía no le he comprado nada a Mario.
-¿Pero no empezasteis a salir a finales de enero?
-Sí, ¿y qué? Es una fecha bonita. Quedamos, nos regalamos cosas, pasamos todo el día juntos...
-Eso lo puedes hacer cualquier día del año.
-No empieces tú también con eso. También le puedes regalar algo a tu madre cualquier día y no hace falta que esperes al día de la madre o a su cumpleaños. Es un día especial y quiero pasarlo con él.
-San Valentín solo sirve para recordar a los que están solos que no tienen pareja.
-¡No nos desviemos del tema! ¿Qué le regalo? Estoy desesperada.
-Mmmm ¿un álbum con fotos vuestras?
-Eso es muy cutre. Tiene que ser algo caro.
-¿De verdad crees que cuanto más caro sea más demuestras tu amor?
-Si te vas a poner así, mejor le pido ayuda a Cristina.

domingo, 6 de febrero de 2011

Conclusión 158

-¿Eres feliz?
-Puede.
-Deberías de serlo.
-¿Por?
-Tienes todos los ingredientes necesarios para serlo, únicamente tienes que aprender a cocinarlos bien.
-Necesito un libro de recetas.
-Prueba la cocina experimental.
-Sé mi chef.
-No puedo, siempre se me quema la pizza.
-No me importa comer pizza quemada para cenar.

viernes, 4 de febrero de 2011

Conclusión 157

-Ultimamente te veo ausente, ¿te pasa algo?
-No... Bueno.. Sí... ¡Bah! Nada importante, no te preocupes.
-Para que estés así debe de serlo.
-He estado pensado sobre cómo la gente tiene la capacidad de huir de los problemas. Sinceramente no lo entiendo. No entiendo cómo son capaces de callarse todo lo que piensan y soltarlo tiempo después cuando ya no hay remedio. ¿No pueden decirlo antes? ¿No pueden decir abiertamente me molesta esto, no quiero hacer esto otro? ¿No saben expresar su opinión? No, lo único que hacen es criticar a las espaldas pero en cambio a la cara no dicen ni mú. Resulta frustrante que al pedir la opinión de alguien, éste te conteste con un "no sé" pero sin embargo, al darte la vuelta comience a ponerte verde con el resto de la gente. ¿Soy rara por tratar de decir lo que pienso y me molesta? ¿Tan escasa está hoy en día la sinceridad en el mundo?

Conclusión 156

-Toma te lo regalo.
-¿Qué es?
-Una hoja en blanco.
-¿Para qué la quiero?
-Es mágica.
-No tengo tres años...
-Escribe lo que más quieras en este mundo y para tu cumpleaños lo tendrás.
-Ya sabes lo que quiero y es imposible.
-Bueno pues pide aquello que esté a mi alcance.
-Menuda chorrada...
-¡Shh! Calla y escribe.
-Vale, vale, vale... Toma aquí tienes mi "deseo" pero no lo leas hasta que no estés solo en tu casa.
-Está bien...

En casa.

-A ver que ha escrito... Espero que tenga dinero suficiente para comprárselo...

No quiero ni ropa ni joyas. Ni libros ni discos. Mi único deseo es esa vacuna, ese medicamento, ese algo que acabe con todo. Como todavía no existe, solo te pido algo que espero que este a tu alcance: No me abandones. Quiero que estés conmigo cuando ría y sobre todo cuando llore. Quiero que me abraces cuando menos me lo merezca, que me ayudes a encontrar esperanza cuando no la haya. Sé que a veces soy insoportable pero es ahora cuando más te necesito. Espero y deseo que cada año para mi cumpleaños me regales esto, porque con tu amor y compañía es suficiente.

domingo, 30 de enero de 2011

Conclusión 155

-¿Sabes? Estoy empezando a odiar estas películas.
-¿¡Cómo?! ¡Pero si te encanta echar una lagrimita al final de cada una!
-Si, si, ya lo sé, pero deberían de clasificarlas como ciencia ficción.
-¿Por?
-¿Dónde se ha visto que al final, en el último momento, el chico aparezca con un ramo de flores pidiendo perdón y jurando amor eterno? Ciencia ficción. Eso en la vida no pasa. Por mucho que soñemos y deseemos, nunca seremos protagonistas de esas historias.

sábado, 29 de enero de 2011

Conclusión 154

Cuando estudiamos historia solemos dividirla en diferentes etapas: Prehistoria, Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea. El inicio y final de cada una de ellas está determinado por un hecho concreto que marca la diferencia entre una era y otra.

Al igual que en historia, nuestra propia vida puede dividirse en diferentes períodos. Los acontecimientos que delimitan un período de otro suelen ser muy diversos pero al final siempre están relacionados con otras personas. Nuestra época de mayor felicidad cuando conociste a esa persona especial, la caída del Imperio Feliciano cuando desapareció alguien importante en tu vida...

Queramos o no, nuestra felicidad siempre está supeditada a las personas que nos rodean. Como dice el dicho Quien bien te quiere, te hará llorar, aquellas personas que te han hecho feliz en tantas ocasiones, al final una o varias veces te harán sufrir. Entonces, ¿realmente merece la pena tanta felicidad para que luego se convierta en sufrimiento? Sí, al igual que la felicidad está unida al dolor, el dolor está unida a la felicidad. Están separadas por la misma distancia, únicamente tienes que encontrar a la compañía adecuada para que te haga el trayecto más ameno.

domingo, 23 de enero de 2011

Conclusión 153

Hacía mucho tiempo que los pilares de su casa se habían destruido. Poco a poco todo fue haciéndose pedazos hasta que solo quedó en pie una diminuta habitación. Durante unos días se dio por vencida y se abandonó a su suerte. Todo dejó de tener sentido para ella. Le gustaba esa casa, la adoraba y pensaba que nunca volvería a tener otra igual. Sin saber cómo, un día comenzó a construir otra nueva. Sin planos, sin ideas, solamente construía una pared y luego otra más. No le importaba el diseño ni la estética solamente quería una casa donde refugiarse. Tras muchos días luchando contra el tiempo, la lluvia y el frío la terminó. Sin embargo, todavía tenía que amueblarla, todavía le quedaba muchísimo trabajo para sentirse a gusto en ella. Pasaron las semanas y por fin todas las habitaciones estaban a su gusto. ¿Todas? No. Había una que se le resistía. La del segundo piso, al final del pasillo a la derecha. La más grande y con las mejores vistas. Esa todavía estaba vacía, ni si quiera tenía luz. Se negaba a entrar. Incluso evitaba pasar por delante de su puerta. Sentía escalofríos cada vez que pensaba en ella. Vivió un tiempo ignorándola. Se sentía feliz. Es verdad que la casa no estaba acabada del todo, pero aun así se sentía a gusto viviendo en ella. Un día, comenzó a oír música proveniente de la habitación vacía. Pensando que eran ilusiones, no hizo caso. Otro día empezó a sentir una presencia en la casa. Una sombra que habitaba con ella pero no se dejaba ver. Asustada, tras muchas reflexiones, decidió entrar en la habitación vacía. Para su sorpresa, no estaba vacía. Estaba completamente amueblada, alguien había entrado silenciosamente en su casa y la había habitado. No necesitaba buscarle, sabía quien era. La guitarra eléctrica encima de la cama le delataba.

sábado, 22 de enero de 2011

Conclusión 152

-¿Vamos a ver la nueva de Disney?
-¿Disney? ¡Ni hablar! ¡No vuelvo a ver una peli de Disney en mi vida!
-Me han dicho que está muy bien, además no es para niños.
-Me da igual. Odio a Disney.
-¿Se puede saber por qué?
-Por mostrarnos desde pequeñas que aunque pase de todo al final de la película siempre encuentras a tu príncipe azul y eres feliz.
-O sea que tú eres seguidora del grupo ese de facebook de Yo también culpo a Disney de mis altas expectativas hacia los hombres.
-¡Exacto! Me he cansado de besar a sapos asquerosos.
-¿No has pensado que quizás tu príncipe está de camino?
-Le llevo esperando desde hace mucho, ¡qué se hubiese dado más prisa!
-Igual está a tu lado y ni si quiera te has dado cuenta, pequeña Blancanieves.
-Todavía estoy esperando a que me dé mi beso de amor y me despierte.
-Bueno, igual no es el príncipe y es uno de los siete enanitos. Le das más petit suisse para que crezca ¡y listo!
-Ja, ja, muy graciosa. Tampoco es tan bajito...
-Lo importante es que te de ese beso de amor y te despierte. Si no llega, se le pone un taburete y solucionado. Que más da que sea alto o bajo, delgado o gordo, rubio o moreno... lo importante es que te quiera y te trate como la princesa que eres.

Conclusión 151

-¿Qué le ocurre? ¿Está delirando? 
-No, simplemente está soñando.
-¿Soñando? Mas bien parece que tenga una pesadilla.
-No. En las pesadillas es mucho peor. Empieza a gritar, a moverse e incluso a veces llora.
-¿Hablar en sueños es normal?
-Sí. Lo lleva haciendo desde que era un bebé.
-¿Entiendes lo qué dice?
-Normalmente son palabras sueltas. A veces, frases sin sentido. La única frase que se le entiende y repite cada noche es: No te vayas...

miércoles, 19 de enero de 2011

Conclusión 150

-Ya está. Fin. Ya me he cansado. (Enfadada se sienta en un banco)
-¿Pero ahora que te pasa?
-Ya me canso de tener que descifrar todo. Basta de miradas con significados ocultos, basta de dobles sentidos e ironías. ¿Tienes algo que decirme? Pues muy bien, soy toda oídos. Ya me he cansado de tu juego. Ahora te toca decidir a tí: ¿Te arriesgas o pierdes?

domingo, 16 de enero de 2011

Conclusión 149

-¿Por qué escribes?
-Para expresar lo que nunca me atrevería a decir en voz alta.
-¿Por qué lees?
-Porque me encanta viajar a épocas y lugares inalcanzables.
-¿Por qué dibujas?
-Para diseñar mi propia vida.
-¿Por qué bailas?
-Porque es la única forma con la que mi cuerpo se libera.
-¿Por qué cantas?
-Porque me creo una estrella del rock.
-¿Por qué sonríes?
-Porque no hay mejor forma de expresar mi felicidad.
-Entonces, si eres feliz, ¿por qué lloras?
-Porque a veces la única solución a tus problemas es sacar toda la impotencia que tienes en tu interior mediante las lágrimas.

sábado, 15 de enero de 2011

Conclusión 148

-Hoy en pleno invierno el sol brilla quemándonos la piel como si fuese cualquier día de verano. Hoy todos como caracoles que sacan sus antenas al sol, salen despavoridos de sus casas para disfrutar de este pequeño regalo, y tu mientras ¿qué haces? Te niegas a salir de tu habitación.

-Odio estos días. Simplemente los odio. Detesto salir a la calle y ver la felicidad impregnada en las caras de los demás. Todos te miran sonrientes como si te estuvieran restregando su felicidad. Yo soy feliz y tu estás acabada. Eso es lo que parecen decir con sus magníficas sonrisas. ¿Para que quiero salir? ¿Para que me digáis que os he amargado la noche con mi mirada triste? Lo siento por no vivir en un cuento de hadas. Lo siento por vivir en una pesadilla en la que poco a poco el tiempo se agota. ¿Sabes? Ya no siento los brazos de tantas veces que me he pellizcado para despertarme. Me encierro en mi habitación como tú dices para poder absorber toda esa esencia que puede que dentro de poco se extinga para siempre. Me niego a salir de mi refugio porque sé que dentro de unos meses no tendré las fuerzas suficientes para entrar allí, porque huiré a un lugar donde consiga borrar todo. Enfadate todo lo que quieras. Grítame. Critícame. Pero no me obligues a ser algo que me es imposible.

viernes, 14 de enero de 2011

Conclusión 147

Es A kind of magic que me reconforta y me hace ver que Every little thing is gonna be alright. Porque soy una simple chica en un Big big world que no teme decirte que tu estarás Always on my mind. Aunque a veces desee gritar Fuck you mientras Smile, solo busco Somewhere over the rainbow donde Love is in the air y todos podamos ser Libres.

jueves, 13 de enero de 2011

Conclusión 146

-¿Sabes cuál es la diferencia entre tú y ella? Ella nunca se rinde, trata siempre de sobreponerse a cualquier desgracia, lucha, se cae y vuelve a levantarse. Ella sabe lo que quiere y hace cualquier cosa para conseguirlo. Para ella el paso del tiempo significa más años de vida y de experiencia. Ella quiere vivir y vive. En cambio tú, ¿qué haces? Te encierras en tu mundo. Lloras y esperas a que alguien te levante. No tratas de buscar tu propio camino. Únicamente te sientas a un lado de la carretera esperando a que alguien pase a buscarte. No vives, solamente esperas la llegada de la muerte. Por eso le elegí a ella. Ella cada mañana busca un motivo para sonreír, tu para llorar. No me busques más, no quiero saber nada de ti. Ella es mi amor para toda la vida y tu simplemente fuiste un error.

Con la vista nublada y el corazón palpitante, vio como se alejaba poco a poco su única razón de ser. Esa sería la última vez que lo viese. Esa sería la última vez que llorase por alguien.

domingo, 9 de enero de 2011

Conclusión 145

Era una tarde gris. El viento mecía los árboles. Ella ausente de todo jugaba con un pequeño rastrillo en la arena. Tras horas escavando y removiendo la tierra, descubrió una pequeña tetera. La observó durante un instante y quitó su tapa para ver el interior. Entonces, una ligera neblina salió de ella y apareció un genio.

- Soy el genio de la tetera y por haberme liberado un deseo te concederé.
-¿Genio de la tetera? ¿Un deseo? ¿No eran tres?
-Con uno basta.
-Está bien. Deseo...
-¡No te precipites niña! Piénsalo muy bien. Solo tendrás una oportunidad.
-Ya esta decidido, lleva decidido desde hace mucho tiempo. Mi deseo es que se encuentre una cura para el cáncer.

sábado, 8 de enero de 2011

Conclusión 144

Hoy es uno de esos días en los que te toca poner patas arriba toda tu habitación. Hoy te toca limpieza navideña. Ordenar los cajones, los armarios, tirar toda la mierda lo inservible que se ha acumulado durante seis meses. Dejar todo como los chorros del oro para que al día siguiente vuelva a estar todo desordenado. Hoy toca uno de esos días tan odiados por tantos.

Entre papeles y papeles acabas descubriendo pequeños recuerdos de los que eres reacia a desprenderte. Pequeñas cartas, fotos y demás que te conducen a un pasado tan cercano y a la vez tan lejano. Los primeros días de instituto, las primeras ilusiones con sus catastróficas decepciones, las primeras alegrías, las primeras tristezas. Todo cambiaba vertiginosamente. ¿Todo? No, todo no. Existía una constante que permitía que el resto de factores no importasen. Daba igual que esos factores estuviesen elevados a tres a cuatro o a mil. La constante siempre valía más. Tanto era su valor que en algunos momentos incluso la ecuación se igualaba, H=E. A veces, parecía que esa ecuación iba a resquebrajarse. Los factores estaban a punto de conseguir mayor importancia, pero no. Siempre se acaba simplificando a H=E. Era la ecuación perfecta. Ni las condiciones más extremas conseguían cambiar su equilibrio. Parecía que siempre permanecería así.

¡Aish! Pequeñas ilusiones infantiles. Al final, de tan convencidas que estaban de que la ecuación era perfecta e indestructible, acabaron por abandonarla. No la cuidaron ni la supervisaron. Creyeron, ilusas de ellas, que por si sola perduraría hasta siempre. ¿Al igual que te alimentas todos los días, no debería de haberse alimentado la mágica ecuación también? Fuera lo que fuese, la ecuación perfecta acabo rota. Sus miembros separados continuaron su camino, lleno de penas y alegrías. Siendo felices, de eso no hay duda, a pesar de las pesadillas que pudieran presentarse cada noche.

¡Jo tía! ¿Sabes qué? A pesar de que cayera el meteorito, que la lejía funcionase y que el muro consiguiera su propósito. A pesar de todo eso, espero y deseo que seas feliz y que en los pequeños altibajos que tengas siempre haya alguien capaz de darte ese achuchón mágico que te arrancaba una sonrisa, porque no hay nada mas bonito que verte sonreír.

miércoles, 5 de enero de 2011

Conclusión 143

Esa noche le tocaba a ella hacer la cena especial. Calentó la leche, cortó tres trozos de turrón y llenó tres grandes cuencos de agua. Lo dejó todo debajo del árbol y fue a acostar a su hermana pequeña. Hacía ya unos años que no vivía los nervios de la noche de Reyes. Levantarse por la noche para ver si ya estaban los regalos. Tocarlos y tratar de adivinar que eran. Volver a levantarse para asegurarse de que todavía seguían allí. Madrugar al día siguiente y levantar a toda la casa para abrirlos lo antes posible. Todos esos recuerdos de su niñez que hoy le tocaba revivir con su hermana pequeña. A pesar de los años, el día de Reyes seguía siendo su día más deseado de toda la Navidad. Le encantaba ver las caras de alegría y sorpresa de su hermana al abrir los regalos. Además, aunque menos, siempre recibía algún regalo y continuaba con su vieja costumbre de adivinar el que era antes de abrirlo. Sin duda, el día de Reyes era un día mágico en el que volvía a su infancia.

lunes, 3 de enero de 2011

Conclusión 142

¿Qué sería una película en un desierto sin espejismos? Esas películas en las que el protagonista lleva días y días perdido en el desierto, bajo un sol sofocante y sin agua, y justo cuando ya comenzaba a desesperarse ve a lo lejos un pequeño oasis. Entonces va corriendo hacia allí y descubre que no era más que un espejismo.

No hace falta que sea una película o que estemos en un desierto, en ocasiones nosotros mismos también nos encontramos con espejismos. Creemos/Deseamos que ese bonito oasis que ha aparecido para salvarte es de verdad. Sin embargo, la triste realidad es otra. No es mas que una ensoñación producida por el calor y la desesperación. Un espejismo de algo que deseas y que nunca llegarás a tener.