domingo, 8 de agosto de 2010

Conclusión 119

Hoy me toca ser adivina y pronosticar el tiempo que hará durante 3 semanas.
Hoy me toca ser experta en tetrix y conseguir que me quepa todo en la maleta.
Hoy me toca recargar todo lo recargable, incluido mi cerebro.
Hoy me toca hacer memoria y no dejarme nada, para evitar que mañana a los 10 minutos de viaje diga la típica frase: ¡Mierda! Me he dejado X.
Hoy me toca ser cenicienta y dejar todo como los chorros del oro (manías de mi madre...)
Hoy me toca acordarme de quitar la luz, el agua y bajar la basura, para evitar que mañana a los 20 minutos de viaje diga: ¡Mierda! ¡La basura!
Hoy me toca acabar con todo lo comestible que este abierto para evitar que se eche a perder (otra manía de mi madre...)
Hoy me toca irme a dormir pronto para evitar que haga una "fantástica empalmada".
Hoy me toca ponerme el despertador para que no me quede dormida.


Hoy me toca un día estresante, pero mañana... Mañana me toca estar de VACACIONES.

sábado, 7 de agosto de 2010

Conclusión 118

Una de las asignaturas pendientes del ser humano es saber parar antes de hacer más daño. Nunca llegamos a imaginar el poder que tiene una simple frase. En ocasiones, es mejor callar. 

SHUT UP!

Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio. (Proverbio hindú)

viernes, 6 de agosto de 2010

Conclusión 117

La relación con las personas nos conlleva en ocasiones a intereses enfrentados. A veces, tienes que ceder tú, otras los demás. Lo llaman sacrificio, hacer un favor, altruismo, generosidad... ¿Cuál es el límite? ¿Hasta que punto, uno es capaz de olvidarse de sus propios intereses a favor de los demás? En el momento en que haciendo eso que no querías te sientes mal contigo mismo, es entonces cuando tienes que parar y ser egoísta por una vez.

domingo, 1 de agosto de 2010

Conclusión 116

Existen esos días en los que no te apetece levantarte de la cama, sino que prefieres esconderte entre las sábanas antes de tener que enfrentarte al mundo. Esos días en los que estás triste sin saber por qué o mas bien no quieres preguntártelo. Esos días en los que necesitas una subida de autoestima como sea. Esos días en los que lo único productivo que haces es ver una película romanticona/empalagosa/depresora mientras te empapuzas a comer todo tipo de dulces que encuentras por la cocina. 

Uno de esos días es hoy. La diferencia está en que no tengo a nadie que me suba la autoestima. Mi sonrisa se encuentra perdida en un pueblecito alejado del mundo y mi seguridad está ahora mismo derritiéndose de calor en tierras andaluzas. Lo que hace el verano, la distancia y el no tener saldo en el móvil. 

Pronto me tocará a mí estar perdida en medio del monte, sentada debajo de cualquier árbol, escuchando el canto de los pájaros con la única preocupación de taparme bien con la manta para no coger frío. Hasta entonces, me toca seguir vagando por mi casa como un fantasma, yendo de un lado a otro sin nada que hacer, huyendo de las películas, la música y los libros, porque hoy es uno de esos días en los que se llora sin motivo.