miércoles, 18 de mayo de 2011

Conclusión 183

¿Dónde se encuentra tu refugio? Cuando sientes que el mundo se desmorona o simplemente necesitas un poco de soledad, ¿dónde te escondes?

Podía parecer extraño pero su preciado refugio eran las clases. La de física, química, mates o dibujo, no importaba cuál era, sólo el hecho de que su mente estuviese ocupada. Durante los cincuenta minutos que duraba cada clase su único pensamiento era "joder, a mi me sale diez elevado a tres" y el resto desaparecía. Daba igual que fuera lloviese o granizase, que hubiese una invasión alienigena o fuese el fin del mundo, su único problema se reducía a un ejercicio mal resuelto o a una puñetera figura que no conseguía dibujar.

El problema venía cuando durante el resto de las 21 horas del día, su mente estaba tan poco ocupada que los malos augurios invadían su cabeza en tropel. Entonces, nada podía salvarla, ni siquiera el mundo de los sueños.

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