viernes, 3 de septiembre de 2010

Conclusión 120

Nadie es imprescindible. Por mucho que pensemos que somos indispensables para alguien, no es así. Puede que los primeros días se haga duro, echemos de menos a esa persona o no sepamos que hacer sin ella, pero al final siempre acabamos encontrando una solución: seguir con nuestra vida. Debemos continuar ese largo camino con miles de direcciones entre las que elegir, sin importar a quien tuvimos que dejar atrás.

Disfruta de la gente que te rodea porque puede que mañana te abandonen para seguir su propio camino.

1 comentario:

MAR dijo...

Necesitamos sentirnos en sociedad, en realidad todo el mundo es imprescindible...

Como diría la profe de filo, todo depende...