sábado, 21 de noviembre de 2009

Conclusion 24

Resulta curioso como a veces sin darnos cuenta cambiamos de repente por una persona. De la noche a la mañana nos despertamos siendo una persona distinta, todos nuestros valores que defendíamos con uñas y dientes han quedado deshabilitados, convirtiéndonos en alguien que no se conoce a si mismo.

Al cambiar por alguien, perdemos nuestra esencia, dejamos de ser nosotros mismos.


No hay comentarios: