jueves, 4 de febrero de 2010

Conclusion 68

Sentir que el viento alborota tu pelo, el sol quema tus mejillas y el ligero roce de su mano abrasa tu interior. Verte reflejado en sus ojos, ser cegado por su sonrisa e hipnotizado por su olor.

El verano se marcha, vuelve el invierno
frío. El viento congela, el sol se esconde, su olor desaparece y marcada queda una triste mirada. Lo que fue desapareció, solamente permanecen pequeños retales en tu interior.

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