Se despierta con los rayos del sol que entran a través de la persiana, tratando, en vano, de darse la vuelta y volver a dormir. En su interior, se lamenta de no haber bajado del todo la persiana la noche anterior. Abre los ojos poco a poco, mira la hora y tarda unos segundos en saber donde está. Se levanta poco a poco y se dirige a la cocina. A pesar de ser tarde, todo el mundo continúa durmiendo. Mientras espera que el vaso de leche deje de dar vueltas en el microondas, piensa en la noche anterior. Sentimientos contradictorios se amontonan en su cabeza. Fue una gran noche, sin embargo, no puede evitar tener un mal sabor de boca. Nada es perfecto, piensa, ni noches, ni días, ni planes, ni personas. En el momento en que lo descubres, no puedes más que poner una sonrisa amarga y continuar adelante. Sonríe amargamente, saca el vaso del microondas, coge unos pocos cereales y se dirige hacia su habitación. A lo largo del día, repetirá este gesto varías veces, le espera una larga tarde de reflexión. Tras una gran noche, siempre le sigue un día de melancolía...
2 comentarios:
Se tienen a menudo noches de esas, de incertidumbre.
Me gusta mucho tu blog :)
Si quieres pasarte alguna vez por el mío.. ahí estoy, acabo de empezar pero prometo dar mucho más.
Suerte.
Gracias por pasarte. Que te parece si yo promociono tu blog y tu el mio en enlaces?
Un beso! Si no quieres no pasa nada :)
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