El 99,99% de los casos nunca llegamos a decir realmente lo que pensamos o sentimos. No es que mintamos, sino que una parte de nosotros la escondemos voluntariamente. ¿Por qué? Porque tenemos miedo. Miedo a que si decimos todo, si nos mostramos tal y como somos, terminemos siendo vulnerables hacia aquellas personas que nos conocen mejor que nadie. Miedo a que esos conocimientos se conviertan en armas y terminen haciendote daño en donde más te duele. Al mostrarnos al mundo, nos descubrimos, dejando abiertas de par en par las puertas de nuestro ser, corriendo el riesgo de ser heridos. ¿Quién fue la persona que más daño te ha hecho? ¿Quién es la persona qué más feliz te ha hecho? Normalmente coinciden los nombres, porque solo aquellas personas que te conocen realmente son capaces de hacerte llorar. No es lo mismo que un desconocido te insulte o te haga daño a que lo haga un allegado a tí. Solamente las personas que más quieres son las que más te harán sufrir. Por eso, cuando nos abrimos hacia una persona siempre tenemos ese miedo. ¿Cuestión de desconfianza? Yo diría que de supervivencia, porque cuando tu "Bruto" particular te apuñala sientes tanto dolor que te resulta muy dificil levantarte y seguir adelante. Puedo asegurar que el mundo esta lleno de "Brutos" que en cuanto menos te lo esperas te matan. Asi que te toca reflexionar, ¿realmente estas dispuesto a correr ese riesgo?
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