-¿Vamos a ver la nueva de Disney?
-¿Disney? ¡Ni hablar! ¡No vuelvo a ver una peli de Disney en mi vida!
-Me han dicho que está muy bien, además no es para niños.
-Me da igual. Odio a Disney.
-¿Se puede saber por qué?
-Por mostrarnos desde pequeñas que aunque pase de todo al final de la película siempre encuentras a tu príncipe azul y eres feliz.
-O sea que tú eres seguidora del grupo ese de facebook de Yo también culpo a Disney de mis altas expectativas hacia los hombres.
-¡Exacto! Me he cansado de besar a sapos asquerosos.
-¿No has pensado que quizás tu príncipe está de camino?
-Le llevo esperando desde hace mucho, ¡qué se hubiese dado más prisa!
-Igual está a tu lado y ni si quiera te has dado cuenta, pequeña Blancanieves.
-Todavía estoy esperando a que me dé mi beso de amor y me despierte.
-Bueno, igual no es el príncipe y es uno de los siete enanitos. Le das más petit suisse para que crezca ¡y listo!
-Ja, ja, muy graciosa. Tampoco es tan bajito...
-Lo importante es que te de ese beso de amor y te despierte. Si no llega, se le pone un taburete y solucionado. Que más da que sea alto o bajo, delgado o gordo, rubio o moreno... lo importante es que te quiera y te trate como la princesa que eres.